martes, 25 de octubre de 2011

- Que yo no soy, que es él. 
- Que yo actué bien y él no. 
¡Ah no, de acá yo no me muevo!.
Que por cuestión de piel, de sexo, religión tus zapatos no me los pruebo.  ¿A quién le vamos a tirar una pared, cuando ya no nos quede nadie?, tal vez un perro fiel, a cambio de comer, soporte hasta lo insoportable. Temiendo ser peor, temiendo ser mejor, temiendo al fin, siempre temiendo. Viviendo en el ayer, aletargando el hoy, sobreviviendo. Juzgando al por mayor, te alejas más y más del juicio que más importa, que es el juicio interior, que es el que hay que afrontar siendo parte de esta torta. Los placeres te acortan la correa y vos que te pensas un indomable
- ¿Qué gracia tiene andar por esta sociedad Jactándose de responsable?, Si como un pulpo vas, tirando piedras, no hay donde esconder tantas manos. Es mejor asumir, la cobardía de huir, a la responsabilidad de vivir. No importa cuánto me puedas alejar de la realidad, yo siempre vuelvo, psicología infernal, picante dulce y sal. Pero despierto y ya no vuelvo
 Pasado el tiempo al fin , el espejo devuelve una imagen, mas familiar. Voy eligiendo a gusto Y alternando puede haber picante dulce y sal. Me bato a duelo con quién diga que voy bien, porque hay rachas en ésta vida, soy grande y ¡Qué señor no vaya a confundir, la soberbia con la autoestima!
 - La soberbia mira desde más arriba y no llora penas ajenas 
- En cambio el auto estima se transmite y contagia a cualquier persona buena. 

    Es mejor asumir, la cobardía de huir, a la responsabilidad de vivir.

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